martes, 12 de enero de 2010

"El proyecto Lázaro"


Hace dos semanas que empecé este blog y todavía no he escrito una reseña de ningún libro. Y eso que creé La soledad en agosto con la idea, básicamente, de hablar de libros.

En estas dos semanas he leído una novela de Galdós, El amigo Manso, otra de Marsé, Ronda del Guinardó, y esta de la que pretendo hablar un poquito, no mucho, El proyecto Lázaro, de Aleksandar Hemon, escritor bosnio residente en Estados Unidos desde antes de la guerra, que escribe en inglés.

(En estos momentos estoy leyendo Providence, de Juan Francisco Ferré).

Cierro paréntesis.

El proyecto Lázaro:

Un escritor bosnio de escaso éxito, vive en el Chicago actual junto a su mujer norteamericana, a quien conoció en una fiesta de solteros (de solitarios, vamos). Este escritor, llamado Brik, es un trasunto del propio autor, pero no es el autor, claro. Se le parece mucho pero Hemon ha puesto las suficientes capas de maquillaje (de pintura) como para que la identificación autobiográfica no sea total. El tío no trabaja, escribe una columna para un periódico, que tiene muchos lectores, pero nada más. Se empeña en escribir un libro: El proyecto Lázaro.

Y aquí es donde entra la segunda historia, para mí la mejor de la novela:

Lázaro, un joven judío llega a Chicago a principios del siglo XX. Viene huyendo de los pogromos de la vieja Europa. América sería, debería haberlo sido, su segunda oportunidad, su segunda vida. Pero las cosas no son fáciles (nunca lo son para los que no tienen dinero). Una mañana se dirige a la casa del jefe de policía de Chicago. No sabemos a qué va, pero no saldrá de ella. Vamos, que lo matan. Cuento esto porque es el primer capítulo y no creo que le este jodiendo a nadie la lectura. Lázaro tenía una hermana, Olga, que será la que tenga que hacer frente a la muerte (al asesinato) de su hermano, y a la culpabilidad de este como presunto anarquista (terrorista).

Y esto es más o menos El proyecto Lázaro: dos historias aparentemente inconexas pero que guardan más paralelismos que a lo que primera vista pueda parecer.

Es una buena novela, pero no la súper novela que las citas de la contraportada y las solapas pretenden:

Se le compara con Sebald, pero yo no advierto ninguna semejanza con el estilo del autor de Austerlitz, salvo que Sebald en sus libros siempre incluía fotografías y El proyecto Lázaro, en su edición original (que no en la española, no sé porqué...) también lo hace.

Se dice que Hemon recuerda, también, a Nabokov, pero yo en El proyecto Lázaro no lo he visto por ninguna parte. Ah, pero claro: Hemon escribe en inglés no siendo ésta su lengua materna. Ya, entiendo...

Sí que estoy de acuerdo, sin embargo, con la siguiente cita incluida en la solapa:

Una novela profundamente emotiva que muestra sorprendentes paralelismos entre los Estados Unidos de hace un siglo y los actuales. KIRKUS REVIEWS.

Tal vez le quitaría el profundamente pero sí, la historia del, entre comillas, terrorista, Lázaro es una inteligente fabulación de lo que le podría pasar, hoy día, a un musulmán o a cualquiera que tenga la tez un poco oscura en los Estados Unidos u otro país de Occidente.



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