viernes, 7 de octubre de 2011

"Nueva vida o lo que sea"

Casi nunca tengo nada que contar. Por eso cada vez escribo menos en este blog. La soledad en agosto, como ya dije, no fue tal. Claro que a veces tengo cosas que contar, pero no quiero hacerlo aquí.

Son las nueve y diez de la noche y llevo levantado desde las cinco de la mañana, como todos los días últimamente. El tan temido ascenso en el trabajo llegó.

Llegó, vio y venció.

Un coñazo, pero bueno.

Habrá que aguantar.

2011 está siendo un año importante para mí. Está siendo un año en el que me están pasando cosas. Casi todas buenas. Algunas regulares. Sí, que te asciendan en el trabajo está muy bien. Ganas (algo) más. Pero pierdes mucho tiempo. Ya, que hay cuatro millones y pico de parados que se darían con un canto en los dientes por tener un currelo limpiando mierdas. No, sí lo sé. Pero es que una de las tareas que tengo que desempeñar en mi trabajo es limpiar mierdas. Literalmente. No es broma. Y qué queréis que os diga...

Al final te acostumbras claro.

Pero...

¿te acostumbras?

¿o te resignas?

Resignarse o conformarse. He ahí el puto peligro. Porque vamos a ver, que nosotros sepamos, sólo tenemos esta bonita (a veces), muy jodida (casi siempre) vida. Y pasarla limpiando la mierda de otro, por la mañana, por la tarde, por la noche...¿para qué?

Coño, yo no tengo ni puta idea de a qué hemos venido a este mundo, pero joder, a limpiar mierda no.

Está bien que uno se acostumbre a limpiar mierda. Si te va bien y tal, no pasa nada. El problema es que te resignes. Está bien..., por un tiempo. Uno se acostumbra, se resigna, y acaba viviendo para limpiar mierda.

La cosa es que:

Hay que limpiar mierda para vivir. No vivir para limpiar mierda.


3 comentarios:

  1. Y digo yo una cosa, si no quieres contar tus alegrías en este blog porque es un blog literario de fondo negro y letras blancas, ¿por qué no creas un nuevo blog en el que contarnos tus alegrías? Que nosotros encantados de leer tus penas eh, por ahí ningún problema. Pero como que nos dejas con la miel en los labios, diciéndonos eso de "tengo una vida plena y feliz pero a vosotros solamente os cuento las mierdas". Literalmente incluso.

    Pero vaya, que me alegro de volver a leerte, aunque sea en el lado oscuro.

    ResponderEliminar
  2. No, creo que la felicidad es mejor no contarla porque dura poco y basta que digas que eres feliz para que dure todavía menos.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. A mí tampoco me sale escribir sobre las cosas buenas que me pasan, por eso tengo la impresión de que la gente debe pensar que estoy enfema o algo así y precisamente tenía pensado escribir una entrada sobre ello, pero luego pienso ¿y porqué tengo que justificarme sobre lo que escribo? en fin no sé igal lo acabo haciendo.

    un abrazo

    ResponderEliminar