martes, 14 de diciembre de 2010

“Propósito de enmienda”


Dentro de unos días va a hacer un año que empecé con el blog. No estoy satisfecho con los resultados. Quiero decir que no he escrito todo lo que me habría gustado, y que lo que he escrito..., podía haberlo hecho mejor. Sí estoy contento con, me voy a permitir utilizar una palabra que no creo que pueda servir para hablar de este blog mío..., si estoy contento digo, con la repercusión: once seguidores, bastantes visitas, pero más importante que las visitas, sé que se me ha leído.

La soledad en agosto iba a ser un blog de lecturas. De reseñas, y digo reseñas y no críticas, porque para mí una reseña no es lo mismo que una crítica. Una reseña es un comentario, una sipnosis del argumento, algo así. Mientras que una crítica es un análisis.

Pero me cuesta escribir reseñas. A veces, porque los libros son tan malos que mejor no decir nada de ellos. Otras veces, porque los libros son tan buenos que no me veo a la altura de escribir, aunque sea una simple reseña, de un libro de tanta calidad.

La mayoría de las veces también, he de confesar, no escribo por pereza.

Borges tiene un enunciado, en el prólogo de “Ficciones”:

Desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en pocos minutos. Mejor procedimiento es simular que esos libros ya existen y ofrecer un resumen, un comentario.

Me apropio de su idea. La altero. No hablaré de libros que no existen (hay que imaginarlos, eso también cuesta, da trabajo). Escribiré (no os lo creáis del todo) resúmenes de reseñas, reseñas de reseñas.

Hay algunos libros que me gustaría reseñar. Por ejemplo: “El sueño del celta”, de Vargas Llosa (gran decepción); “Sunset Park”, de Paul Auster (que bueno, así así, Auster, mejor que esta última novela que la anterior, “Invisible”, pero Auster ya no tiene magia, por decirlo de alguna manera. Auster ha dejado el tema del azar, aunque no lo ha olvidado del todo –en “Sunset Park” no faltan algunas..., hum, coincidencias-, y sus novelas ya no te llevan por caminos que no te esperan. Antes, leer un libro de Auster era empezar un viaje al que no sabías a dónde te iba a llevar, ni por qué estaciones te iba a hacer breves paradas. Ahora, desde las primeras páginas, el viaje está trazado en el mapa. Sin ninguna desviación imprevista.

También me gustaría hablar de “Black, black, black”, de Marta Sanz. Novela policíaca y al mismo tiempo no policíaca que me ha gustado mucho. Digo esto, que es y no es una novela policíaca porque, aunque hay crímenes, un misterio, una investigación, un culpable, en esta novela el estilo pesa más que la trama. Pero eso es lo que más me ha gustado: el estilo.

Y lo dejo por hoy. Estoy esperando una llamada de mi jefe que tiene que darme unas instrucciones. Pero no me llama. Así que un poco de suerte, pienso, me libro. Porque si no me llama, es que no me necesitan...

2 comentarios:

  1. Nathan, deja de pensar y ponte a escribir, anda.
    A mí me gustan tus reseñas y comentarios. A lo largo de este año hemos coincidido en varias lecturas. Y aunque supongo que alguna vez te has acordado de mi familia leyendo mis recomendaciones, espero que sigamos compartiendo lecturas, el año que viene y el siguiente...
    Un beso.

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  2. A mí me gustaría leer más historias de tu pluma, ya sean reales o ficticias. Cosas que te pasan, o que dices que te pasan, o que cuentas cómo les pasaron a otros. O cosas que podrían pasar, o que te gustaría que pasaran. O mejor que no pasen. Fíjate la de cosas que podrías contar, si no fueras tan vago.

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