lunes, 11 de octubre de 2010

"JULIET, DESNUDA" de Nick Hornby


Hace tres o cuatro días, al terminar de leer la última novela de Santiago Roncagliolo (Tan cerca de la vida), me dije que no se podía juzgar un libro si no se había leído entero. Y es que mientras leía la novela de Roncagliolo me decía una y otra vez que no me estaba gustando; estuve a punto de abandonarla. Sin embargo, al terminarla, viendo la novela en su totalidad, mi juicio cambió. No mucho, pero algo sí: la novela no estaba tan mal, después de todo.

Y dicho esto, aquí estoy. Escribiendo sobre un libro que todavía no he terminado de leer. Juliet, desnuda, de Nick Hornby.

He empezado a leer esta novela hace unas tres horas. Llevo pocas páginas. Y sólo he dejado su lectura por una razón perentoria:

Me han entrado unas ganas tremendas de escribir sobre ella. Aunque también, de escribir en/para internet.

¿Por qué?

Bien. Voy a hacer un pequeño resumen de lo leído. Espero no desvelar a nadie nada que no quiera saber (si tiene pensado leer la novela). Dicho sea todo, no creo que vaya a decir nada que, seguramente, no se diga en la contraportada (Mario Levrero, en La novela luminosa, se lamentaba de que en una novela policíaca que leyó, en el texto de la contraportada no sólo se contaba parte de la novela, sino, incluso, quién era el asesino, cuál era el final...).

Hay dos protagonistas. Duncan y su mujer (aunque no están casados, llevan viviendo quince años juntos, así que cómo llamar si no a su pareja). Huy, no me acuerdo del nombre de ella. Duncan y...

Da igual. No importa. Duncan tiene una pasión, una obsesión: la obra de un misterioso músico que dejó la vida pública y su profesión hace más de veinte años. Este músico(¡tampoco me acuerdo del nombre! Qué manera de leer es ésta...), grabó un álbum de estudio cuyo título es Juliet. Es un álbum compuesto por diez canciones inspiradas en su ruptura con una mujer casada llamada Julie.

En el mundo, es decir, en internet, hay otros como Duncan. Fans obsesionados por dicho músico y sus canciones. Se conocen por una página web. Duncan escribe en esa página (también ha escrito en otros medios sobre el músico de cuyo nombre no me acuerdo...). Tampoco me quiero acordar, claro; no tendría más que mirar el libro. Ni eso, me bastaría con meterme en google...

Total, que en veintipico de años no se ha sabido nada del músico éste. Y es entonces, después de unas semanas de vacaciones en USA visitando los lugares míticos en la vida y obra del cantante (unos wateres de un bareto en Minnesota, por ejemplo), cuando a Duncan le envían un CD con el último álbum del músico éste. Lo escucha, y se pone a escribir en la página web. Y en pocas horas tiene 163 comentarios.

Pero hay una cosa que no he dicho. Y es que su mujercita también ha escuchado el disco (no voy a decir cuándo; para eso hay que leerse la novela). Pero ella no opina lo mismo que Duncan. Y ella también escribe un artículo para la web.

Y eso es lo que ha hecho que me entraran ganas de escribir esta reseña, o recomendación, o lo que sea.

Y ahora, me voy a seguir leyendo.

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