viernes, 9 de abril de 2010

“Jernigan” de David Gates



Hum..., debería escribir sólo reseñas de libros que me hayan gustado mucho. O que me hayan gustado bastante. “Jernigan” me ha gustado, pero ni mucho ni bastante. Es la típica historia de tío fracasado con vida desastrosa. Ha sido inevitable que, al leerla, me acordará de “La epopeya del bebedor de agua” de John Irving, que también es la historia de un hombre-desastre. La novela de Irving la leí hace un mes, y me gustó más. Bastante. Ambas novelas tienen bastante mala leche, pero la de Irving tenía más, hum, ¿chispa?

Resumen más o menos de “Jernigan”:

Jernigan es un cuarentón al que se le muere la mujer. Bebe y bebe y toma cualquier analgésico que encuentre por ahí (pastillas para la regla, por ejemplo). Trabaja en no me acuerdo qué, ah, sí, una inmobiliaria. Tiene un hijo adolescente. Su hijo tiene una novia con la que se pasa encerrado todo el día (y toda la noche). Entonces, conoce a la madre de la novia de su hijo. Se enrollan y Jernigan y Danny, que así se llama el hijo, se van a vivir con la madre y la hija. Luego, Jernigan pierde el trabajo. Danny, que toca la guitarra, forma una especie de grupo con un amigo llamado Dustin y otros fumetas más. Quizá la mejor escena de la novela sea en la que Jernigan se encuentra con Dustin en su casa. La novela fue candidata al Pulitzer de 1991. Y esto es más o menos todo lo que puedo contar sin joderle (demasiado) la lectura a alguien que vaya a leer el libro.

El autor:

David Gates nació en 1947, en no sé dónde... O sea, en una pequeña ciudad estadounidense que da igual que se llame Clinton, Connecticut; o Des Moines, Iowa (por poner un ejemplo; nació en la primera, sí, la de Bill). Estuvo casado un tiempo con Ann Beattie, la autora de “Postales de invierno” y “Retratos de Will”, dos novelas publicadas también por Libros del Asteroide, editorial que ha publicado “Jernigan”. “Jernigan” viene con un prólogo de Rodrigo Fresán, como también “Postales de invierno”.

Última nota:

El word no me reconocía la palabra "Jernigan", me la cambiaba por "jeringan"...

4 comentarios:

  1. No te veo muy puesto a recomendarlo Nathan.

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  2. Bueno, es que últimamente prefiero recomendar solamente los libros que me gusten muchísimo. Y aún así, pasa muchas veces que recomiendas un libro que consideras imprescindible y alguien te dice que no, que no le ha gustado nada, que mejor te guardes las recomendaciones...

    Así que supongo que peco de exceso de prudencia.

    Ni siquiera recomendaría "La epopeya del bebedor de agua". Bueno, sí. Pero ya puestos a recomendar uno de John Irving, uno que es "imprescindible", pues "El mundo según Garp".

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  3. ¿Por qué en el sillón y no en la cama? ¿Es una especie de código? Los buenos en la cama, los regulares en el sillón, los malos en... ???

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  4. Bueno todos los que me has recomendado has acertado

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