viernes, 30 de abril de 2010

"Cuando no escribo, me deprimo"


Anoche empecé a leer “Verano”, tercera parte de la autobiografía o las memorias noveladas (o como se les quiera llamar) del escritor sudafricano J. M. Coetzee, ganador del Nobel de 2003. El primer libro que leí de Coetzee fue “Desgracia”; me lo compré en un Carrefour. No le pude quitar la etiqueta porque estaba muy pegada. Normalmente, cuando me pasa algo así, mojó un poco de alcohol en un algodón y froto con cuidado hasta que desaparecen todos los restos de papel. Luego le paso un kleenex para secarlo. No sé porqué no se la quité a aquel libro. Supongo que fue pereza, aunque puede que también se debiera a que me diera miedo manchar las páginas con el alcohol y que se corriera la tinta. Me parece que no me ha pasado nunca, pero da igual. Las etiquetas de la Fnac se quitan bastante fácil. No suelen dar muchos problemas, excepto cuando me acabo de cortar las uñas. En las librerías suelen poner el precio a lápiz en la primera página; nunca lo borro.

Que esté escribiendo esto ahora se debe a que estoy deprimido. Hay una frase en “Verano” que leí anoche y que subrayé:

Si no escribo, me deprimo.

Estoy deprimido y me pongo a escribir para quitarme la sensación de encima. Deprimido pero no triste. Son cosas diferentes, al menos para mí. Esta depre de hoy se debe más a una sensación de culpabilidad (por no escribir, por estar perdiendo el tiempo) que a una sensación de tristeza. Cuando estoy triste ni siquiera suspiro; cuando estoy como hoy, no suspiro, digo cosas como buah, o, joder, o, qué asco.

Diez minutos escribiendo..., no se me ha quitado el hastío. Pongo punto final porque no me apetece seguir.

Qué asco.

5 comentarios:

  1. Nathan, ¿no será Coetzee quien te está deprimiendo? Deberías coger alguna novela de esas disparatadas, que desengrasan las neuronas y arrancan alguna que otra sonrisa. Por lo menos hasta que se te pase.

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  2. Oh, no. El libro de Coetzee está muy bien. Ciertamente el hombre no es que sea la alegría de la huerta, je, je.

    La verdad es que creo que ando deprimido siempre. De alguna u otra manera.

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  3. No pongas punto final Nathan, pon puntos suspensivos que invitan a imaginar, soñar...
    No te deprimas, mira a tu alrrededor y fíjate en la belleza que te rodea.

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  4. Para quitar las etiquetas recalcitrantes de los libros lo mejor que hay es el desmaquillador de ojos bifásico, el que tiene dos colores y se usa para quitar la máscara waterproof. Primero hay que eliminar la mayor cantidad de papel posible de la etiqueta (lo puedes hacer durante la misma lectura, restregando el dedo contra la etiqueta mientras lees). Y cuando ya solamente quedan los restos de pegamento con algo de papel adherido, mojas un algodón en el desmaquillador y frotas con suavidad. Esto no suele afectar al color de la portada ni de la tinta, es algo pringoso pero luego lo secas y se te queda estupendo.

    Coetzee es capaz de escribir sobre cualquier cosa, pero literalmente cualquier cosa, sin avergonzarse o cortarse ni medio pelo. Lo mismo que Philip Roth, por cierto. Y ambos son dos grandes escritores.

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  5. ¿Desmaquillador de ojos bifásico? ¿Waterproof? ¿Restregar el papel de la etiqueta mientras leo? ¿Hacer dos cosas a la vez?

    Anda ya!!!

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