martes, 29 de marzo de 2011

"Un año (casi) después"



Por la mañana me he tomado un café con leche con cereales Special K y me he fumado un cigarrillo. Luego, me he vestido y encendido el ordenador. He estado escribiendo un rato. Más tarde, me he conectado a internet y he navegado un poco. He y me han escrito algunos mails.

A eso de la una he subido a casa de mi hermana a ver a mis sobrinos. Luego he bajado a comer. Como hoy es martes, tocaba puré de verduras.

A eso de las tres menos cuarto, como hacía buen tiempo, he pensado que me vendría bien para el careto que me diera un poco el sol. He pasado antes por la Fnac. Aunque tengo un e-book desde hace dos semanas y un montonazo de libros digitales que quiero leer, no he podido no caer en la tentación y me he comprado dos libros: “El malestar al alcance de todos” de Mercedes Cebrián, y “Formas breves” de Ricardo Piglia. El de Cebrián bien podría habérmelo comprado descargándomelo desde la web de Casa del Libro (o de la de Elkar), y el de Piglia seguro que lo encontraba por ahí, pirateado. Pero, bueno, me he dicho me apetece tenerlos y seguir usando el lápiz de mina para subrayar frases y párrafos, en vez del lápiz óptico ese o cómo se llamé.

De la Fnac me he dirigido a La Concha. He bajado pero no hasta la arena. Me he quedado en las escaleras, sentado, fumando un cigarrillo mientras oía el sonido de las olas del mar, al frente, y el puto ruido de las obras, detrás. Se estaba nublando.

Al llegar al Buen Pastor, ha vuelto a salir el sol. Así que me he sentado en un banco que me gusta mucho y ahí sentado he sacado de la bolsa el libro de Mercedes Cebrián y he leído el primer poema.

Como eran cerca de las cuatro y media, me he levantado, pero sin apresurarme mucho, me he puesto en marcha para llegar a la ikastola, a la salida de mi sobrino de cuatro años.

Ya en casa, ahora mismo, después de quitarle las pegatinas del precio a los libros recién comprados, he encendido el ordenador, he abierto un nuevo documento de word, y me he puesto a escribir Por la mañana me he tomado un café con leche...

8 comentarios:

  1. Pues resulta que he estado ahi contigo.
    Qué bien lo cuentas.
    Un beso

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  2. ¿En serio ¿Y por qué no me has dicho nada? Soy fácilmente reconocible: un tío con gafas fumando un cigarrillo con un libro (o dos) en las manos.

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  3. Me han dado ganas de ver el mar. Lo más cerca que tengo es precisamente la concha o la playa de hendaya. Qué envidia.

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  4. Gracias, Claudia. También saqué alguna foto en La Concha (me gusta La Concha en este tiempo, cuando ya hace bueno pero casi está vacía, no en agosto, por ejemplo), pero puse ésta del Buen Pastor :)

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  5. ¿Y te pudiste esperar hasta llegar a casa para quitarles las pegatinas a los libros? Yo se las habría quitado ya al sentarme en las escaleras de la Concha. O en el banco del Buen Pastor.

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  6. ¡Hola!
    Interesante....un hombre que aún toma café con leche, fuma, lee, escribe a los amigos y mira al mar...
    Besos.AlmaLeonor

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