lunes, 10 de mayo de 2010

"Tentativa de eternidad"



Me despierto a las ocho y media pero me vuelvo a dormir y me quedo en la cama hasta las diez. Después de desayunar, remoloneo un poco por la casa: enciendo la tele, me tumbo en el sofá, navego por internet. Luego, salgo un rato a hacer deporte. Vuelvo a casa y me ducho. Después de comer, me tumbo unos minutos con la luz encendida. Me cambio de ropa y voy a dar una vuelta. Hace sol y sopla un viento fresco muy agradable. Entro en la Fnac. Busco la última novela de John Irving. La encuentro y sigo ojeando libros. No veo ningún otro que me guste. Veo a Carmelo C. Iribarren. Coincido con él muchas veces, en la Fnac y en otras librerías, aunque sobre todo en la Fnac. Me pregunto si se ha fijado en mí, como yo lo he hecho en él. Cuando ves tantas veces una misma cara y siempre en un mismo sitio acabas por sentir una cierta familiaridad. Me acerco a la pequeña pirámide con los ejemplares de “La última noche en Twisted River”. Elijo uno que no tenga ningún defecto, no me gusta comprarme un libro que tenga las solapas dobladas o pequeños golpes en los cantos. A estas horas de la tarde no hay nadie en la cola de caja. Saco dos billetes y pago mi libro. Me lo devuelven en una bolsa de papel marrón. Como todavía es pronto, decido sentarme un rato en un banco del Buen Pastor a tomar un poco el sol y fumarme un cigarrillo. Pero cuando llego, me doy cuenta de que al banco en el que me gusta sentarme no le da ya el sol: las hojas de los árboles han crecido y ahora no es un banco al sol, es un banco a la sombra. De todas formas, me siento. Enciendo el cigarrillo y miro a la gente pasar. Se está muy a gusto. Quisiera que este momento durara no eternamente, pero sí más tiempo. Recuerdo que no he traído la cámara de fotos, pero tengo el móvil. Lo saco del bolsillo, selecciono la función de cámara fotográfica, enfoco y le doy al botón.

5 comentarios:

  1. Pues pon la foto!!!
    Qué envidia he sentido de tu tarde, de banco, de librería y de Carmelo.
    Fíjate que creí que todavía no había salido el libro al mercado, de Tusquets me refiero.
    Iré a ver que tal y hablaremos ¿vale?

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  2. Que día más relajado. Uno así me está haciendo falta a mí.

    Un saludo, Nathan.

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  3. Bueno..., a mí mañana me espera uno bastante duro. Así que no te preocupes, ya te llegará.

    Un beso.

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  4. Qué sitio tan bonito para sentarse después de comprar un libro. Y mira, ahora que llega el verano te da la sombra, ¿qué más quieres?

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