Después de dos días trabajando doce horas seguidas (sin ni siquiera quince minutos de descanso para comer), consigo terminar El Tercer Reich. Estoy cansado, me duelen las piernas y los brazos, y no tengo (no me creo capaz) ganas de escribir.
Cuando se anunció que había aparecido una novela inédita de Roberto Bolaño, el comentario general fue que si Bolaño no la había querido publicar en vida, sería por algo. Saltaron los chismorreos: van a publicar cualquier cosa que encuentren, incluso la lista de la compra, todo por la pasta. Esa novela no puede ser buena, decían algunos, si no, Bolaño le habría hablado de ella a quien designó como su albacea literario, Ignacio Echevarría. Yo no la pienso leer, es como si traicionara a Bolaño...
El que esto escribe, al conocer la noticia de la publicación de El Tercer Reich, se puso contentísimo. Sí, leería (leeré) todo lo que se publique de Bolaño, incluso la lista de la compra. Es Bolaño, y punto. Y si es Bolaño, tiene que ser bueno. No tan bueno como 2666 o Los detectives salvajes, o Nocturno de Chile...
No obstante, a pesar de mi subjetividad declarada, sí que esperaba encontrar una novela de poca calidad. Una obra menor, digamos, que tendría valor por ser obra de Bolaño pero no más allá de eso.
Así que la sorpresa ha sido considerable, pues lo que he encontrado en El Tercer Reich ha sido a un Bolaño menor si se le compara al Bolaño de 2666 (todo esto que estoy diciendo es un tópico pero es la realidad), pero en absoluto un Bolaño malo.
El Tercer Reich es una novela de muy buena calidad, que dejando aparte que sea obra de Bolaño, merecería publicarse (y leerse) aunque la hubiera escrito alguien no apellidado Bolaño. No es la novela de un principiante, de un aprendiz, no, como he leído en algunas entradas de la red. Es la novela de alguien que ya es escritor. Que sabe lo que hace, que dejó atrás los titubeos del novato.
En una entrevista que leí a Juan Villoro, el autor mexicano decía que lo que más le atraía de Onetti eran sus atmósferas. Algo parecido puedo decir de El Tercer Reich: que lo que más me ha gustado ha sido su atmósfera de angustia, de tedio, de no futuro, que sin ser explicitada (la atmósfera, la sensación) está presente en toda la novela.
El Tercer Reich gustará a los fans de Bolaño, y no defraudará a los que gusten de la obra del autor de Los detectives salvajes sin ser fanáticos de su obra (y de su vida...).
Nota: según se cuenta, aún quedan otras dos novelas inéditas: Los sinsabores del verdadero policía y Diorama.