No tendría sentido que lo hiciera. Toda la vida intentado escaquearme (no siempre con éxito, desgraciadamente) de todas las reuniones y compromisos, familiares o sociales, no puedo dejar de ser coherente conmigo mismo ni con los demás, por lo que:
Yo a mi funeral no voy.
(Será un peñazo, lo estoy viendo).
Podéis llorarme, pero no me llaméis. Cabrones.
Va, niño, que yo sí que iré. Grabaré las imágenes en mi retina, que sabes que las fotos y yo no somos amigas, y se las subiré al cielo. Ay, qué tonta,ste las bajaré al infierno, y de paso me quedaré unos días.
ResponderEliminarY maldeciremos a todos aquellos que lloren sin sentirlo, pronuncien frases lapidarias, o pretendan solo salir en la foto. Jodíos hipócritas! Esos, al cielo.
Besos!
¿Para qué vas a ir si no voy a estar yo?
ResponderEliminar¿Rigor penis mortis?
Me encanta la frase final de tu escrito. Pero igual no es tuya :P
ResponderEliminarSí, anda, para una frase buena que escribo ya me la quieres quitar. Cabrona.
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